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Sin duda el Cow Parade es una de las expresiones más interesantes de cultura urbana en los tiempos recientes, es fantástico que unas vacas de fibra de vidrio sean un pretexto para ubicar obras (pintura, instalación, diseño y modelado...) en los lugares que habitualmente transitamos.

Hay ideas geniales convertidas en vacas, otras también tienen una intención modesta, pero el hecho de que estén sin costo alguno al alcance de los transeúntes reivindica a la cultura como un bien común.

Por estos días el Cow Parade se encuentra en esta ciudad de Guadalajara, lo triste es que varias vacas han sufrido atentados, algunas de ellas han sido dañadas de forma importante. Seguramente a nosotros, los nenderthales que habitamos en esta ciudad no nos parecen que sean obras de arte o somos lo suficientemente imbéciles para asumir que es gracioso dañar estos objetos.

Ambos lados de la moneda en un mismo lugar y tiempo, el Cow Parade que se ubica como una opción interesante de el lugar que debería tener la cultura, y por otro lado una población (en este caso de la ciudad de Guadalajara) que no cuenta con una formación que le permita valorar las expresiones artísticas.
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