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La miramos entrar
con su histriónico paso
aún el eco
del portazo y los tacones
clack-clack-clack

arrepiéntanse poetas impuros
de sus bocas salen
solamente palabras
de vicio y perdición

pinche loca
mocha y reprimida
deja que leamos
nuestra propia historia
de lo que entendemos
por amor

afina la biblia
y hace impacto
en la frente
del pecador

un hilillo de sangre
gritos y confusión
alguien encienda la luz
nadie atina
sólo se escuchar reír

dios con mayúscula
nos trajo cargados de deseo
y todavía quiere que no abusemos
del acto de seducir
próximo poema
quién sigue

se van a condenar
borrachos calientes
putas artistas
y sabe Dios qué más

ya pues, alguien saque
a la loca de aquí
que no nos deja pistear

alguien leía
y en el desmadre
perdió el renglón
ni hablar
a volver a empezar.
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