viernes, febrero 22, 2013


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* Red River (1948, Howard Hawks)
* High Noon (1952, Fred Zinnemann)


En High Noon el retrato de un hombre. De todo un pueblo en una circunstancia imprevisible de repente.


El suspense casi en tiempo real, hora y quince lentos y veloces, todo un universo que parece colapsar. ¿Quién podrá decir si son cobardes o han calculado que no tienen oportunidad al enfrentar gente con malas intenciones? ¿Cuánta la ambición por ser alguacil, o para que regrese la bonanza a la taberna?


El pasado que termina por alcanzar a todo un pueblo, a cada uno de ellos. Decidir entre huir o enfrentarlo de una vez. Resolver las cuentas pendientes antes de continuar, muy a pesar del amor y del trabajo bien hecho; o dejar todo atrás con la esperanza de que la búsqueda traiga una situación mejor.


En High Noon la soledad es precisamente esa circunstancia adversa, la multitud ausente. La hora que llega tarde o temprano.


 Con Red River se llenan los ojos de paisajes impresionantes: las praderas, las manadas y las estampidas, la lluvia, la vida vaquera de los forjadores del sueño de riqueza. 


El mundo salvaje e incivilizado que se resiste a ser domesticado. Un país todavía demasiado grande para ser conquistado. Aún así la travesía que se emprende y va consumiendo la razón o la fuerzas, según.
 

El sueño es común, y se arrebata de unos a otros. Después de riñas y desencuentros termina por lograrse el objetivo. Varias vidas por costo pero la recompensa de la venta del ganado. Será que Red River es el sello distintivo de esa nación para alcanzar su democrático sueño de riqueza.


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